sábado, 3 de diciembre de 2022

El gas radón y el cáncer de pulmón

Casi todas las rocas que existen en la naturaleza pueden contener pequeñas cantidades de elementos químicos radiactivos que, al desintegrarse, pueden dar lugar a gas radón. Una de las rocas que desprenden más gas radón son los granitos.

Las rocas graníticas emiten gas radón como consecuencia de la desintegración de pequeñas cantidades de uranio, torio o radio que poseen. El gas radón es un gas noble incoloro, inodoro, insípido, radiactivo y más pesado que el aire por lo que se suele acumular en las partes bajas de los edificios, garajes, sótanos y bodegas con escasa ventilación. Es, tras el tabaco, la segunda causa más importante que puede provocar cáncer de pulmón.

Las viviendas construidas con granito deben de ser ventiladas convenientemente, con una adecuada ventilación se puede evitar el peligro. Otra cosa diferente es el radón que se desprende del subsuelo granítico que tiene una mayor incidencia en los casos de cáncer. En España las zonas más afectadas por este problema están en el oeste peninsular: Galicia, (especialmente Orense y Pontevedra) Extremadura, en algunas ciudades de Castilla y León y Castilla La Mancha y en la Sierra de Madrid. Las personas que viven en estos lugares absorben más radiación  que las que viven en lugares menos expuestos como la Comunidad Valenciana, el Valle del Ebro o la mayor parte de Andalucía y Castilla. 
La concentración media de gas radón al aire libre oscila entre 5 y 15 Bq/m3, pero en espacios cerrados como minas, cuevas, galerías, sótanos, bodegas o plantas bajas de los edificios, la concentración es mucho mayor pudiendo oscilar entre 10 y 10.000 Bq/m3 y es en estos lugares donde hay que tener especial cuidado pues la OMS recomienda que el nivel de radón no debe de superar los 300 Bq/m3
 
Para medir la radiación se puede emplear un contador Geiger con el que se puede fácilmente comprobar incluso que el cuerpo de las personas que viven en zonas graníticas como Galicia, Extremadura o la Sierra Madrileña emite mucha más radiación que el cuerpo de los habitantes de las zonas libres de radiación como Valencia o la mayor parte de Andalucía. El contador Geiger sirve esencialmente para medir el nivel de radiación de un lugar determinado y saber si existe riesgo para la salud de las personas que habitan en él.

En el mapa del Consejo de Seguridad Nuclear se pueden observar las regiones españolas más afectadas por el gas radón.

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