martes, 30 de marzo de 2021

SARS-CoV-2 el hospital Enfermera Isabel Zendal LIX

Todos van en su linea:

El Gobierno de Sánchez le echa la culpa a Ayuso de provocar un efecto llamada de Jóvenes franceses que vienen a divertirse a Madrid.

Ayuso le echa la culpa al Gobierno de Sánchez de no controlar la entrada a Madrid en el aeropuerto y las estaciones. 

AMBOS TIENEN RAZÓN,  LA CULPA ES DE LOS DOS.

Mientras tanto el índice de incidencia está aumentando de manera alarmante.

Que durante una pandemia que ha azotado a toda la humanidad y que ha masacrado especialmente a nuestro país con 3,2 millones de infectados y alrededor de 100.000 muertos, los políticos se hayan obstinado en organizar una "batalla campal" alrededor de la creación de un nuevo Hospital en Madrid para cubrir la emergencia sanitaria en la capital es simplemente increíble, inaudito e irracional y dice mucho de la inteligencia y la humanidad de muchos de los implicados. 

El Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal es un centro sanitario monográfico de apoyo durante las crisis pandémicas para descongestionar a los Hospitales del Servicio Madrileño de Salud. Alberga el Centro coordinador y el almacén central del SERMAS, el Centro coordinador del SUMMA 112 y el Laboratorio Central de Salud Pública.

El Isabel Zendal es un hospital público situado en Valdebebas que se construyó en 100 días con motivo de la pandemia de coronavirus y fue inaugurado por la Presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso el 1 de diciembre de 2020.







Este Hospital, que ha permitido con su actividad  que las UCIs del resto de los Hospitales madrileños estuvieran mas desahogadas durante los momentos más críticos de la pandemia, ha sido objeto de encarnizados ataques  por parte de algunos sindicatos del Servicio Madrileño de Salud y un sector de la política madrileña PSOE, Podemos y +Madrid. Contra la creación de este Centro se ha desarrollado una intensa campaña de desprestigio en algunos medios de comunicación adictos al Régimen y ha sido durante muchos días el campo de batalla de la oposición "izquierda progresista" contra  el Gobierno de la Comunidad de "derechas". La batalla ha llegado en ocasiones a límites indescriptibles hasta el punto de que se han producido sabotajes en sus instalaciones estando el Hospital en pleno funcionamiento.

Los españoles sabemos que cuando hay "ciudadanos" -o más bien "hooligans"- que, debido a su ideología, son capaces de hacer cosas como estas, estamos ante la acción de auténticos fanáticos y el FANATISMO es uno de los mayores males que aquejan a nuestra sociedad. Que haya "personajes" que en plena crisis de la pandemia hayan llegado a sabotear las instalaciones, el material y los servicios de un Hospital en el que se está tratando a personas afectadas por el coronavirus, dice mucho de de esos "personajes" y de su calidad ética y moral.

El "caso Zendal" ha servido también para que los ciudadanos seamos testigos en primera fila de un enfrentamiento radical y bochornoso entre partidarios y detractores, en el que han perdido una parte muy importante de su cerebro tanto unos como otros, para superar traumas y frustraciones ambos van a necesitar ayuda psicológica. 

Una prueba palpable de este deterioro neuronal es lo que ha sucedido recientemente:

Al recibir nuestro país la visita del Vicepresidente de la Comisión Europea para la Promoción de nuestro modo de vida y observación del proceso de vacunación Margaritis Schinas, que había solicitado a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Madrid una visita al Zendal el "Hospital milagro del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso", el Gobierno de Pedro Sánchez ha cambiado el plan de la visita que incluía el Hospital Enfermera Zendal de Madrid y lo ha sustituido por la visita al Hospital General Universitario de Toledo a 100Km de distancia y que no se utilizó en el momento más crítico de la pandemia, no se inauguró hasta el 16 de noviembre y que actualmente no atiende ingresos covid. La vacunación en este Centro también empezó muy tarde (en marzo). El cambio por tanto es "absolutamente racional" y está "completamente justificado".

Ya vemos que los efectos colaterales de la "contienda política" continúan y el TRAUMA GUBERNAMENTAL desencadenado persiste en la actualidad. Es muy difícil que neurólogos y psicólogos puedan hacer algo para reestructurar esos cerebros privilegiados.


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