jueves, 28 de marzo de 2019

La "barrera placentaria"

Desde la antigüedad hasta mediados del siglo XX se pensaba que la placenta era una barrera protectora que no dejaba pasar hacia el feto sustancias peligrosas. Aunque ya en el siglo XIX se había comprobado que en neonatos aparecían Pb o Hg cuando su madre había tomado tratamientos que los contenían.
François Magendie, fisiólogo francés, inyectó alcanfor en ratas preñadas y observó que los fetos contenían alcanfor y mas tarde W. Reitz, médico alemán, inyectó sulfato de mercurio en conejas preñadas y detectó mercurio en el cerebro de las crías.
C.C. Hunter, profesor de Obstetricia de la Universidad de Marburgo detectó cloroformo en la sangre del cordón umbilical de neonatos cuya madre había sido anestesiada con cloroformo.
De estos experimentos se podía deducir que la "barrera placentaria" no era tan eficaz como se pensaba en un principio y que el alcohol, el tabaco y otras sustancias peligrosas podían pasar de la embarazada al feto durante la gestación.

Poco después se producirían dos lamentables casos de medicamentos de efectos teratogénicos graves que vendrían a confirmar esta hipótesis:

El primero de ellos fue el de la TALIDOMIDA, introducida en la década de los cincuenta del pasado siglo por su acción sedante, hipnótica no barbitúrica y antiemética, fue proscrita durante años por la catástrofe teratógena que provocó. Se utilizó para tratar la ansiedad, el insomnio  y  las náuseas y vómitos en mujeres embarazadas. 
En 1960 Widukind Lenz y Claus Knapp especialistas de la Clínica Universitaria de Pediatría de Hamburgo comprobaron que producía malformaciones en las extremidades de los recién nacidos. Miles de bebés nacieron en todo el mundo con malformaciones congénitas debido a la exposición de la madre a este medicamento durante el embarazo. Se dejó de utilizar en 1963 y España fue uno de los últimos países en prohibirlo.
Frances Oldham Kelsey, farmacóloga, doctora canadiense y supervisora de la FDA, (Food and Drug Administration); entre los años 1960 y 1961 se negó a autorizar la venta del fármaco en los Estados Unidos, ya que dudaba de su seguridad.

El segundo fue el DIETILESTILBESTROL (DES), estrógeno sintético que se prescribía a mujeres embarazadas entre los años 1940 y 1971 para prevenir abortos espontáneos, partos prematuros y otras complicaciones relacionadas con el embarazo.
Entre 1966 y 1969 Arthur Herbst de la Universidad de Chicago y Peter Greenwald del National Cancer Institute, detectaron varios casos de jóvenes de entre 15 y 27 años con un tipo de cáncer vaginal poco frecuente (suele afectar a mujeres de edad avanzada) llamado adenocarcinoma de células claras (CCA), cuyas madres habían tomado Dietilestilbestrol durante su embarazo.
El medicamento fue prohibido por la FDA (Food and Drug Administration) en 1971. En Europa se continuó recetando a las mujeres embarazadas hasta 1978.

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