Alteraciones de la coloración normal: Albinismo, Leucismo y Melanismo

Los seres vivos presentan coloración muy diversa debido a la existencia de pigmentos como la clorofila, la hemoglobina, la melanina, la xantofila o los carotenoides. Estos pigmentos, a parte de proteger frente a las radiaciones solares o frente a los depredadores (mimetismo) intervienen de manera decisiva en la atracción sexual y por tanto en la reproducción y participan decisivamente en procesos tan importantes como el transporte de gases a todas las células del organismo o en el fenómeno de la fotosíntesis de los vegetales, proceso imprescindible para el desarrollo de la vida sobre la Tierra.

El albinismo es un carácter genético debido a un gen recesivo y solo se manifiesta en homocigosis, es decir cuando un organismo recibe el gen de ambos progenitores. Los individuos albinos no producen melanina y son de color completamente blanco. Un carácter muy parecido es el leucismo, en el que si se produce melanina, pero esta no llega a impregnar a las células que dan lugar a los pelos o a las plumas, por lo que el resultado final es que el pelaje o plumaje del individuo es blanco. El leucismo puede ser parcial o total según afecte a parte o a todas las plumas o pelos de un individuo. En las fotografías podemos observar un gorrión leucístico de plumaje completamente blanco localizado en la playa de Patos en la provincia de Pontevedra.

Los ejemplares leucísticos suelen tener los ojos, pico, patas y piel de coloración normal mientras que los ejemplares albinos (mucho más raros) tienen los ojos rojos (al carecer de melanina, se transparentan los vasos sanguíneos del ojo) y la piel, patas y pico son mucho más claros.

Lo contrario del leucismo es el melanismo, que consiste en una producción exagerada de melanina por la que los individuos melánicos son casi negros o mucho más oscuros que los individuos normales.

En las siguientes imágenes un pájaro albino (Juan Andrés Montero) y un gorrión melánico (Alessandro Lannelli)