Ayer 38.118 nuevos infectados, 513 muertos mas, y 886 de incidencia acumulada
Sra Ministra en un momento que todos los españoles nos estamos jugando la vida, la CELERIDAD es muy importante y la EFECTIVIDAD aún más.
Cuanto antes hay que tomar medidas serias y efectivas.
Un confinamiento estricto es una medida que sirve para el control de una enfermedad infecciosa que se trasmite por el aire y si se hace bien (manteniéndolo hasta que no se den nuevos casos) puede llegar a ser incluso definitivo. Aunque un CONFINAMIENTO ESTRICTO es una medida dura, es aún mucho más duro el sufrimiento diario del personal sanitario y de los pacientes en las UCIs de nuestros saturados Hospitales y muchísimo más duro aún es no intentar evitar, con todos los medios a nuestro alcance, esta siembra de cadáveres por todos los rincones de la geografía española, sobre todo si, por la inacción del Gobierno, se sigue manteniendo en el tiempo esta situación.
¡Ah! y lo que puede suceder en Cataluña de que los infectados por covid19 vayan a votar a las mesas electorales es simplemente DELIRANTE.
Con buen criterio no se dejó a los familiares visitar a los pacientes moribundos en las UCIs, pero habiendo llegado hasta ahí, ¿es posible que en una situación como la que estamos viviendo, las Autoridades impulsen a los enfermos de covid19 a depositar su voto en las mesas electorales, rompiendo de manera oficial la imprescindible cuarentena y poniendo en peligro la viva de los ciudadanos?
¿Es que hemos perdido la cabeza? Esta claro, a los politicos le interesan mucho más los votos que el derecho a la vida de las personas ¡QUÉ PAIS DE LOCOS!
En numerosas ocasiones se han producido descubrimientos que tuvieron una aplicación en su momento pero con el tiempo han ido perdiendo actualidad, hasta que otros científicos intentan buscar nuevas aplicaciones a los antiguos hallazgos. Este es el caso que vamos a describir a continuación:
Los TELÓMEROS son unas formaciones situadas en el extremo de los cromosomas que fueron descubiertos por Barbara McClintock, en principio solo se le atribuyó la función de evitar que unos cromosomas pudieran fundirse con otros.
Mas tarde Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak estudiaron la estructura molecular de los telómeros y descubrieron el enzima telomerasa responsable de su síntesis al finalizar cada replicación. Se comprobó que los telómeros se iban acortando en cada replicación de forma que las células jóvenes que se habían dividido muy pocas veces tenían los telómeros muy largos, mientras que las células que se habían dividido mucho los tenían más cortos.
Este descubrimiento sirvió para abrir nuevas líneas de investigación en el campo del envejecimiento y rejuvenecimiento celular y en el campo de la lucha contra el cáncer, al haberse comprobado que las células cancerosas tienen los telómeros más largos que las células normales.(ya trataremos estos temas en posteriores entradas)
Y claro, llegó la COVID-19 y otra vez regresaron los telómeros.....
Parece ser que cuando las células tienen cromosomas con los telómeros cortos los casos de COVID-19 son mucho más graves que cuando los telómeros de los cromosomas son más largos (esto estaría en consonancia con un hecho evidente: los casos de COVID-19 más graves ocurren en las personas de mayor edad, pero se ha visto además que en individuos de la misma edad la enfermedad resulta más letal en las personas que tienen los telómeros más cortos). Es por ello que la Doctora María Blasco actual directora del CNIO comenzó a centrar sus esfuerzos en conseguir la activación del enzima telomerasa para regenerar los tejidos pulmonares de los enfermos severos de COVID-19 que han quedado con secuelas de fibrosis pulmonar. "Cuando leí que en la COVID-19 estaban implicados los neumocitos alveolares tipo II, enseguida pensé que los telómeros podían tener un papel importante" afirma la Doctora Blasco.
Los neumocitos alveolares de tipo II son precisamente los encargados de regenerar los tejidos pulmonares afectados por la fibrosis y son también las células pulmonares más afectadas por la infección del coronavirus. La terapia a utilizar consiste en introducir en los neumocitos alveolares de tipo II un gen inductor de la telomerasa para recuperar los telómeros y ayudar así a la regeneración del tejido pulmonar. Estas terapias génicas ya se están estudiando en ratones con resultados muy esperanzadores y es posible que en humanos puedan ser también muy efectivas.
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