Los PÓRFIDOS son ROCAS ÍGNEAS o MAGMÁTICAS, porque se han formado por enfriamiento del magma como los granitos o los basaltos, pero, a diferencia de estos, el enfriamiento no ha sido solamente lento o rápido. En los PÓRFIDOS el enfriamiento ha sido en primer lugar lento, por ello ha dado mucho tiempo para que los cristales se formen y crezcan mucho y al tener espacio suficiente para crecer son cristales grandes, geométricos, con caras planas: FENOCRISTALES IDIOMORFOS. Cuando esos cristales ya estaban formados, el magma ascendió y se enfrió más rápidamente por lo que se formaron cristales más pequeños MICROCRISTALES que, al crecer chocaron unos con otros por la falta de espacio, por lo que no son geométricos ni tienen las caras planas son ALOTRIOMORFOS como los del granito (en ocasiones la segunda etapa es tan rápida que en vez de cristales se forma una pasta vítrea en torno a los fenocristales). Los pórfidos tienen una densidad de 2,7 g/cm3.
En las siguientes imágenes se puede ver la estructura de un PÓRFIDO:
Y en las siguientes fotografías se puede apreciar que una vez formados los FENOCRISTALES en el magma, este comenzó a moverse y al enfriarse se fueron formando los MICROCRISTALES alrededor, pero como el magma fluía en una determinada dirección, los FENOCRISTALES se orientaron en la dirección de avance del magma y quedaron orientados al enfriarse la roca completamente.
Los pórfidos son rocas muy empleadas desde la Antigüedad, son más duras y resistentes que el granito o el mármol y frecuentemente de coloración muy llamativa, por lo que Asirios, Egipcios y Romanos la usaron con asiduidad en sus construcciones, en sus esculturas, en sus monumentos funerarios o simplemente en el adoquinado de las calles, como se sigue haciendo actualmente.
La estatua de los cuatro tetrarcas perteneciente al Palacio Imperial de Constantinopla y datada del s III d C. representa a los tetrarcas Diocleciano, Maximiliano, Galerio y Constancio. Actualmente está en la Basílica de San Marcos en Venecia y es una interesantísima escultura realizada en pórfido rojo, posiblemente de origen egipcio..
En tiempo de los romanos se apreciaba mucho el "pórfido imperial" de la cantera del Mons Claudianus situada en Egipto entre Luxor y el mar Rojo, de allí se extrajeron a partir del siglo I d,C. grandes cantidades de un original pórfido de color purpura que los romanos emplearon para sepulcros, esculturas y para importantes edificios como el Panteón de Agripa (en las imágenes), El Palacio de Diocleciano y la Villa de Adriano. Tan importante llegó a ser aquella explotación que se estableció una ruta para el transporte de los bloques de pórfido, que se denominó Via Porphyrites, como se puede comprobar en los escritos de Estrabón y Ptolomeo. Hasta el Rio Nilo (150Km) se transportaban los bloques por medio de bueyes y luego por el Mediterráneo en barcos hasta Roma.
El pórfido egipcio también fue utilizado en la construcción del Templo Hagia Sofia de Estambul y en la Sala Pórfida del Palacio de Constantinopla por los bizantinos.
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