En la composición de las arcillas dominan los filosilicatos: caolinita, montmorillonita, illita y clorita, pero también hay otros minerales como carbonato cálcico e hidróxidos de hierro y aluminio.
Las arcillas son capaces de absorber grandes cantidades de agua volviéndose plásticas y al desecarse se vuelven muy compactas por lo que se utilizan desde la antigüedad para fabricar cerámicas.
Las arcillas de caolín son muy apreciadas porque con ellas se fabrica la porcelana.
Muchas arcillas debido a su capacidad para absorber agua y a su plasticidad forman terrenos muy poco aptos para construir o cimentar edificios, es lo que sucede con las arcillas expansivas. Los edificios construidos en lugares con este tipo de suelo pueden presentar:
- Importantes grietas verticales o inclinadas
- Roturas en la cimentación
- Roturas o grietas en los elementos estructurales
- Deformaciones en los pavimentos
- Roturas en las conducciones
En el siguiente mapa del IGME figuran los enclaves de los principales lugares en los que abundan las arcillas expansivas en España.
Mapa de arcillas expansivas en España
Mapa de arcillas expansivas en España
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