En los pinares y matorrales frescos próximos a la costa puede que nos encontremos con una agradable sorpresa....... Escondida entre la vegetación pasa desapercibida para la mayor parte de las personas, pero si nos fijamos bien, descubriremos una pequeña orquídea que posee unas bellísimas y delicadas flores. Se trata de Ophrys speculum, una joya botánica que crece en las zonas de clima mediterráneo.
Es una especie vivaz, por lo general con un par de tubérculos en su base de los que parten las hojas basales ovado-lanceoladas de hasta 10cm y los tallos floríferos flexuosos, que pueden sobrepasar los 50cm, en su extremo se encuentran las flores, (generalmente de 3 a 15) con las brácteas inferiores de mayor longitud que el ovario. Los sépalos son cóncavos y de margen revoluto, de color verde amarillento, los laterales extendidos con dos franjas longitudinales marrones, el superior plegado sobre el ginostemo. Los pétalos laterales son de reducido tamaño y color marrón oscuro, El labelo es trilobado y convexo, de color violeta azulado muy brillante, rodeado de una estrecha franja amarillenta y una zona marginal muy pelosa de color marrón-rojizo. El ginostemo es verde-amarillento.
Esta especie vive en simbiosis con un hongo como sucede con otras orquídeas.
Cada orquídea tiene su propia especie polinizadora, en este caso la abeja Dasyscolia ciliata, el macho confunde la flor con una hembra y al intentar copular con ella se lleva el polen pegado a su cuerpo transportándolo hasta las flores que visitará posteriormente. Tras la polinización se formará el fruto que puede liberar unas 12.000 semillas de tamaño muy reducido.
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