Antes de entrar en el tema, vamos a hacer un pequeño repaso de biología básica.
Todos los seres vivos estamos constituidos por unas unidades de vida muy pequeñas llamadas células. Pueden parecer muy diferentes dependiendo de su especialización, pero realmente son muy parecidas. Las células están separadas unas de otras por una fina capa llamada membrana y en su interior presentan unas estructuras funcionales conocidas como orgánulos. El más importante de todos que suele ser más grande y visible, es el núcleo. Es el orgánulo rector de la vida celular y contiene el material genético, que es lo que se conoce como ADN o ácido desoxirribonucleico. El ADN es una molécula compleja en forma de cadena doble y muy larga donde, de alguna manera, están los planos codificados, instrucciones o normas que regulan la actividad celular. El núcleo envía sus instrucciones al resto de la célula con mensajes o copias de trozos de su cadena en forma de ácido ribonucleico o ARN, que en este caso se conoce como ARN mensajero o ARNm.
Resulta que cada individuo tenemos un ADN diferente y es, por lo que hoy en día, su análisis, es fundamental para la resolución de casos de investigación policial o identificación de restos.
¿Y los virus, son también células? No. Son entidades biológicas muy particulares que no realizan ninguna función salvo la de reproducirse, pero para ello necesitan el mecanismo químico de una célula, siendo por lo general, mucho más pequeños.
Los virus están formados por una especie de cápsula o envoltura de naturaleza proteica que puede tener lípidos (material graso) en su parte externa y en su interior solo tiene un ácido nucleico, que puede ser ADN o ARN pero nunca los dos. El virus infecta a la célula transfiriéndole su ácido nucleico que porta las instrucciones para que la célula fabrique más partículas víricas que salen al exterior listas para infectar nuevas células.
Muchas de las enfermedades que padecemos están producidas por virus como por ejemplo, covid, gripe, herpes, refriado común, hepatitis, viruela (se cree extinguida), sida etc. y normalmente para su cura y control se utilizan vacunas o sueros porque resultan insensibles a los antibióticos. Estos, sí pueden ser muy útiles para el control de enfermedades producidas por bacterias, pero solo deben utilizarse bajo prescripción médica.
Los virus informáticos son pequeños programas que cuando consiguen entrar en un ordenador, se adhieren a otros programas, documentos y archivos, incluso al propio sistema operativo y hacen copias de sí mismos, utilizando los mecanismos de ejecución que le ofrecen otros programas. Pueden permanecer sin actividad o latentes durante un tiempo o comenzar enseguida la actividad para la que fueron diseñados, como borrar datos, bloquear programas, llenar la memoria del ordenador con datos innecesarios, etc.
¿Pero en qué se parecen los virus biológicos (VB) y los virus informáticos (VI)? Bien, salvando las diferencias que pueden existir entre complejas moléculas orgánicas, VB y simples datos binarios VI, el contagio puede ser parecido. Los VB por contacto directo, aire, alimentos, objetos y los VI por un simple correo, archivo, unidad de memoria USB etc. Ambos no actúan por si solos. Los VB necesitan la maquinaria química de la célula al igual que los VI que necesitan adherirse a otros programas.
Tanto unos como otros no aportan cosas positivas, son nocivos y perjudiciales.
Para evitar el contagio de los VB, utilizamos vacunas específicas para cada tipo de virus, y en el caso de los VI también utilizamos vacunas informáticas o antivirus específicos.
Finalmente y en ambos casos, la mejor manera de evitarlos es la prevención. Los VB con medidas higiénicas, mascarillas, etc. Y los VI con medidas como no abrir correos o archivos sospechosos, no introducir disquetes o memorias USB que no hayan sido previamente comprobadas, etc.
De unos y de otros, mientras más lejos mejor.
Ildefonso Vara García
(Catedrático de Ciencias Naturales)
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