Tras el parón decretado en EEUU de la vacuna de Janssen, Dinamarca elimina las vacunas AstraZeneca de su campaña de vacunación. Mientras tanto y en plena subida de casos: 10.474 nuevos infectados, 131 fallecidos y una incidencia acumulada de 200 (riesgo alto) cada Autonomía va "a su bola" y el "Presidente" Sánchez lleva ya seis meses sin reunirse con los Presidentes Autonómicos, pero eso si, dedica una parte muy importante de su tiempo a las elecciones madrileñas que no deberían celebrarse en plena pandemia.
Según un estudio dirigido por científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur), las personas que han sufrido la Covid-19 y especialmente las que anteriormente padecían enfermedades cardiovasculares, después de recuperarse, pueden correr el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos debido a una respuesta inmunitaria persistente e hiperactiva.
Estos pacientes recuperados de la infección, tienen el doble del número normal de células endoteliales circulantes (CEC), debido a que el endotelio de los vasos sanguíneos ha resultado dañado durante la infección y pueden sufrir trastornos de coagulación, por lo que corren mayor riesgo de padecer un accidente cerebrovascular o un ataque cardiaco.
De los análisis efectuados a 30 pacientes de Covid-19 al cumplirse el mes de haber recibido el alta hospitalaria se pudo deducir que todos ellos presentaban signos evidentes de haber sufrido daño en los vasos sanguíneos y también presentaban niveles elevados de citoquinas (proteínas producidas por el Sistema Inmune para inducir la respuesta inmunitaria contra el virus) en un momento en que el virus ya no estaba presente y un número muy elevado de linfocitos T, lo que indica que su Sistema Inmunitario permanecía activado. Los investigadores han planteado la hipótesis que esta respuesta inmunitaria persistente podría ser la causa del daño en el endotelio de los vasos sanguíneos, lo que a su vez aumentaría el riesgo de trombos.
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