viernes, 1 de febrero de 2013
DARWIN y WALLACE una pareja de hechos
¿Conoceríamos hoy la Teoría de la evolución de Darwin si Wallace no hubiera existido?
Charles Robert DARWIN (1809-1882) estudió medicina en Edimburgo y teología en Cambridge, pero pronto se dio cuenta de que lo que en realidad le apasionaba eran las ciencias naturales.
Se embarcó como naturalista en el Beagle (desde 1831 a 1836), visitando América del Sur, Islas del Pacífico, Nueva Zelanda, Australia y África del Sur, tras las exahustivas observaciones que realizó, llegó a conclusiones trascendentales sobre los mecanismos que rigen la EVOLUCIÓN de las especies.
Los trabajos de Darwin permanecieron durante 20 largos años en silencio, pues sabía que su teoría iba a ser muy controvertida y no se atrevía a publicarla.
El día 18 de junio de 1858, Darwin recibió una carta del naturalista británico Alfred Russel WALLACE (1823-1913) que, tras un viaje por el archipielago malayo, había llegado a conclusiones muy interesantes sobre de la EVOLUCIÓN de los seres vivos. Darwin se dio cuenta en ese momento de que sus ideas sobre la EVOLUCIÓN coincidían plenamente con las de Wallace y decidieron los dos conjuntamente presentar sus descubrimientos el día 1 de julio en la Sociedad Linneana de Londres.
Al año siguiente, el 24 de noviembre, Darwin publicó "El origen de las especies por medio de la selección natural", la edición se agotó el día en que se puso a la venta y en la obra se establecían las bases de la moderna teoría de la EVOLUCIÓN que supuso una auténtica revolución en los conocimientos de la época.
Hoy en día, cuando se habla de la evolución, pensamos inmediatamente en Darwin, pero no se sabe como habrían terminado las cosas sin aquella carta de Wallace, sin sus investigaciones y sin algunos conceptos evolutivos que éste desarrolló como el de la supervivencia del más apto.
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