sábado, 16 de diciembre de 2023

Serendipia

Se produce un caso de SERENDIPIA cuando se alcanza un descubrimiento importante de manera casual o por un fallo o accidente en la investigación al estar persiguiendo el científico un objetivo diferente.

No es descubrir algo por casualidad o "por chiripa", en ese caso influiría solo la suerte. En los casos de SERENDIPIA tiene una importancia decisiva el genio y la sagacidad del investigador para interpretar lo que ha sucedido accidentalmente y buscar una explicación correcta y razonable.

El caso de SERENDIPIA más conocido es el del descubrimiento de la penicilina. Alexander Fleming estaba trabajando con unos cultivos bacterianos y al llegar un día a su laboratorio, observó que algunos de sus cultivos se habían contaminado por un hongo, por lo que ya no servían para sus investigaciones.  Muchos científicos habrían cogido esos cultivos y los hubieran desechado inmediatamente, pero Fleming no lo hizo y los observó con detenimiento, comprobando que alrededor del hongo contaminador no crecían las bacterias, se había formado un halo de inhibición alrededor del hongo, por lo que Fleming pensó que el hongo producía algún compuesto químico que impedía el crecimiento bacteriano. Por SERENDIPIA se había alcanzado uno de los descubrimientos que más vidas humanas ha salvado: los antibióticos.

Parece que también es un caso de SERENDIPIA un descubrimiento más reciente: Hace unos años un equipo de investigación del Centro de I+D de la farmacéutica GSF de Tres Cantos en Madrid que se dedicaba al estudio de fármacos para combatir la malaria, trabajaban con unas colonias de mosquitos Anopheles transmisores de la enfermedad, pero algo falló y en alguna de esas colonias el protozoo Plasmodium falciparum no se desarrollaba en el interior del mosquito, eso suponía que esas colonias ya no servían para continuar las investigaciones. En vez de desechar el material  se decidió conservar esas colonias congelándolas, por si más tarde pudieran ser de utilidad. Transcurrido el tiempo se descongelaron y se pudo comprobar que en esas colonias aparecía una bacteria Delftia tsuruhatensis CT1, que en el futuro puede resultar un arma fundamental en la lucha contra esta peligrosa enfermedad ya que más tarde pudo comprobarse que esta bacteria reducía en un 80% la capacidad infectiva del protozoo en los mosquitos.

Este caso se está utilizando también en Medellin (Colombia) con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates en una granja de mosquitos que son infectados por una bacteria del género Wolbachia que parece que es capaz de evitar en un 77% la incidencia de una enfermedad muy parecida: el Dengue.


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