El macizo del Monte Perdido (3.350 m) es uno de los parajes naturales más importantes de la Península Ibérica, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, abarca unas 30.000 hectáreas en las que se concentran formaciones geológicas de extraordinario interés. En la vertiente norte está flanqueado por los circos de Gavarníe, Estaubé, Troumouse y Barroude que fueron cabeceras de grandes glaciares de valle durante el Pleistoceno. Por el sur el circo de Soaso cabecera del glaciar que descendía por el espectacular valle de Ordesa, el circo de la Pineta cabecera de otro enorme glaciar cuya lengua excavó el magnífico valle del mismo nombre y entre ellos el bellísimo cañón de Añisclo encajado en la roca caliza por la acción erosiva del rio Bellós y las no menos bellas Gargantas de Escuaín formadas por la erosión del rio Yaga.
El Macizo del Monte Perdido visto desde España (vertiente sur) |
El Macizo del Monte Perdido visto desde Francia (vertiente norte) |
Este espectacular paraje de alta montaña que hoy podemos contemplar en todo su esplendor, durante el Pleistoceno estuvo dominado por el hielo de los glaciares y antes, hace unos 80 millones de años, donde hoy hay valles de glaciar y altas montañas había solo agua de mar.
El mar situado entre las placas Africana y Euroasiática con todos sus sedimentos se elevó al chocar ambas placas y se levantó la gran cordillera pirenaica que hoy presenta, incluidos en las rocas de sus cumbres, los restos fósiles de muchas especies de organismos marinos.