El término "inmunidad de rebaño" se hizo ya famoso cuando Boris Johnson se empeñó en ser original al principio de la pandemia y se enfrentó al problema de una manera distinta al resto de Europa. Según Jonhson y sus asesores cuando se ha infectado un cierto porcentaje de la población se adquiere una "protección colectiva de toda la población": La tan manoseada y ¿"ansiada"?
INMUNIDAD DE REBAÑO.
El término inmunidad de rebaño procede, como su nombre indica, de la ciencia veterinaria. Se ha comprobado que en los rebaños de ovejas, cabras, vacas, etc. que ecológicamente son por lo general poblaciones cerradas, es decir, no hay intercambio significativo con otros rebaños vecinos, un cierto porcentaje de individuos protegidos, son una buena protección para el resto del rebaño frente a una determinada infección.
Pero la población humana no es un rebaño, aunque algunos políticos se empeñen en tener esa visión de la sociedad y en cualquier caso no es una agrupación cerrada y sin influencias externas, sino una agrupación muy activa y abierta en la que diariamente se producen frecuentes intercambios e interacciones con otras poblaciones y no solamente de regiones vecinas, sino incluso con individuos de países muy diferentes y alejados, debido a las enormes posibilidades que nos brindan los modernos medios de comunicación.
Por esta razón la población humana no se puede confundir con agrupaciones agropecuarias en las que una epidemia se comporta de diferente forma que en las poblaciones humanas. Por eso aunque el 80% de la población de un país esté vacunada, el otro 20% no goza prácticamente de ninguna protección y si tiene la mala suerte de entrar en contacto con el virus contraerá la enfermedad.
En definitiva, todos tendrán que inmunizarse contra el coronavirus, bien vacunándose o bien pasando la enfermedad. No queda otra. O sea que vamos a dejar eso de la "inmunidad de rebaño" para las ovejas y para Boris Johnson.
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