“La Ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso”
Louis Pasteur
La investigación científica es esencial para el desarrollo y bienestar de la sociedad. Los países más desarrollados son generalmente los que invierten más en investigación.
España nunca ha destacado especialmente por invertir en este sector y, a pesar de contar con excelentes investigadores, nuestras autoridades políticas no han considerado pertinente en ningún momento aportar los fondos necesarios para la mejora de nuestros centros de investigación, ni se ha valorado como se merece al personal investigador, que persevera en su labor, a pesar de las precarias circunstancias en las que se ven obligados a trabajar a diario.
Desde el año 1998 la política de investigación en España se centra en la Oficina de Ciencia y Tecnología, dependiente de la Presidencia del Gobierno, pero a pesar de los Planes Nacionales de Investigación y Desarrollo (I+D) promovidos a partir de 1988, la situación de la investigación en España no ha mejorado en absoluto.
Para hacernos una idea de la inversión en I+D de nuestro país, vamos a compararla con la de los principales países de nuestro entorno. Así en el año 1995 la inversión en I+D en España suponía el 0,84% de nuestro producto interior bruto, mientras que la media de los países de la Unión Europea era de 1,92%.
Podemos ver estos datos en la siguiente tabla:
El gasto de España en investigación en el año 2017 (22 años después) solo fue del 1,2 % de nuestro PIB, mientras que la media de la Unión europea llegó a 2,07%
Con este ritmo "tan vertiginoso" de gasto en investigación, nuestro país seguirá siempre en los puestos "de cola" en el ranking de los países europeos.
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