La APOPTOSIS o muerte celular programada es la destrucción, provocada por el propio organismo, de un determinado grupo de células durante los procesos de desarrollo y crecimiento del individuo. La apoptosis es un proceso ordenado, que se dispara al producirse señales celulares controladas genéticamente.
La apoptosis sirve para eliminar algunos tejidos como los que constituyen la cola en los renacuajos o los que forman las membranas interdigitales para la independización de los dedos. Otro caso bien conocido es el de los linfocitos T y B que se producen en la médula ósea, un elevado porcentaje de ellos tienen tendencia a ser autorreactivos atacando a las propias células, por lo que los linfocitos pasan al timo donde maduran y allí los autorreactivos son eliminados por apoptosis, evitándose los consiguientes daños histológicos en el organismo. La apoptosis celular se produce cuando aparecen células que pueden representar un peligro para el organismo como células infectadas por virus, células con el DNA dañado o células cancerosas.
La muerte celular programada es un proceso normal e imprescindible en ciertas fases del desarrollo del organismo, aunque a veces un exceso de actividad apoptótica puede ocasionar serios problemas como sucede en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, el Alzheimer, la de Huntington o la de Lou Gehrig (ELA).
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