Los macizos graníticos están formados por rocas silíceas, constituidas esencialmente por cuarzo, feldespatos y micas. Estas rocas se alteran por la intemperie en un proceso de METEORIZACIÓN QUÍMICA que ataca a los minerales que forman la roca, perdiendo estos su coherencia.
Uno de los componentes atmosféricos mas importantes en la meteorización química es el agua, responsable del proceso que afecta mas frecuente a los paisajes graníticos: La HIDRÓLISIS.
El agua que se acumula en las partes altas de las rocas se hidroliza en parte en iones H3O+ y OH- que actúan como ácidos y bases débiles atacando a feldespatos (especialmente la ortosa) y micas, que se transforman en arcillas (caolín) con lo que la superficie de la roca se va desmoronando progresivamente.
Esta acción se ve potenciada por el CO2 atmosférico, que se disuelve en el agua formando H2CO3 (ácido carbónico), este ácido también se disocia en iones H+ y HCO3- que también atacan a los feldespatos formando arcillas residuales (caolinita) e iones K+.
Se forman así depresiones circulares que retienen casi siempre agua, con lo que la hidrólisis continúa de manera permanente.
Estas depresiones, que se denominan PÍAS (GNAMMA), no se deben de confundir con las marmitas de gigante ollas o pilancones originadas por erosión de una roca al girar en los cursos altos de los rios.
En las siguientes imágenes vemos PÍAS en la zona superior de diferentes bloques graníticos
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