La toxina botulínica es una neurotoxina producida por bacterias de la especie Clostridium botulinum. Esta toxina, de naturaleza proteica, es uno de los venenos más potentes que se conocen. Una sola gota de toxina botulínica es capaz de matar a más de 10 millones de personas y bastaría con medio litro de la misma para exterminar a todos los habitantes de nuestra especie sobre la tierra.
Micrografía electrónica de bacterias de la especie Clostridium botulinum |
El Clostridium botulinum es un bacilo Gram positivo y anaerobio y en los humanos produce una enfermedad denominada botulismo. Sus síntomas más frecuentes son sequedad de boca, dificultades para hablar y tragar, náuseas, vómitos y sobre todo parálisis muscular progresiva que causa la muerte al afectar a la función respiratoria.
Las bacterias pueden
encontrarse en cualquier alimento, siendo las conservas, y en concreto las caseras, donde aparecen con
más frecuencia. Cuando las latas de conserva están oxidadas pueden contener los
gérmenes, pero en las latas deformadas o
abombadas, que sueltan gases al abrirlas, la presencia de Clostridium
botulinum es casi segura.
MUY IMPORTANTE
¡¡¡¡¡nunca se debe consumir el
contenido de una lata de conserva deformada o abombada!!!!!
Pero curiosamente un veneno tan letal como la toxina botulínica puede ser utilizado a bajas concentraciones con fines terapéuticos.
La capacidad de esta
toxina para producir parálisis musculares tiene algunas utilidades en medicina
como en el tratamiento de las neuralgias del trigémino y de la columna vertebral, de las
distonías focales, del blefarospasmo, de la hiperhidrosis,... y hasta se utiliza en cosmética para el alivio temporal de
las arrugas faciales.
MUY IMPORTANTE
¡¡¡¡¡El uso de
esta toxina engendra serios riesgos y se debe de hacer siempre bajo estricto
control médico!!!!!